¿Qué son los Arcontes? - Así crean las religiones - La Granja Humana





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¿Qué son los arcontes? ¿Cómo liberarse, luchar o defenderse de ellos? La palabra Arconte viene del griego y significa gobernante. En la antigua Grecia a un gobernante se le denominaba Arconte. Sin embargo, no es a este tipo de arcontes a los que nos vamos a referir. A los arcontes a los que nos queremos referir se les ha denominado como «los gobernantes de este mundo». No en vano podemos afirmar que hoy en día no existe poder político ni económico en la Tierra que no esté de alguna forma avalado por estos seres. En el mundo musulmán también se les ha denominado «genios» o «djinns». No son espíritus, son seres de carne y hueso, deformes; pero de carne y hueso. Su hábitat es una dimensión diferente a la nuestra, pero interactúan con nosotros principalmente en busca de su comida favorita, la energía del alma humana. Los arcontes han sido confundidos en multitud de ocasiones en la antigüedad con dioses y prácticamente todas las culturas les han ofrecidos sacrificios humanos en algún momento de su historia. Son estos sacrificios los más demandados por estos seres. A cambio de los sacrificios que es su alimento, los arcontes prometen dar protección y poder a aquellas personas o grupos de personas que se los proporcionan. En la actualidad aún quedan tribus en el África Subsahariana que rinden culto a estos seres. En Occidente y Oriente se les vincula con sectas, organizaciones secretas y a la masonería. 
Según la novela El Arconte la finalidad de estos seres sería volver a esta dimensión, recuperar sus cuerpos o incluso mejorarlos a través de la ciencia. Los arcontes envidian al ser humano, ellos no pueden sentir, ni disfrutar de las sensaciones del mundo material. Los olores, los sabores, las sensaciones de este mundo son añoradas por los arcontes y su deseo es el de encarnarse.
Los Arcontes en la Biblia 
San Pablo en su Primera Carta a los Corintios ya los menciona: «Es verdad que anunciamos una sabiduría entre aquellos que son personas espiritualmente maduras, pero no la sabiduría de este mundo ni la que ostentan los dominadores de este mundo, condenados a la destrucción. 7 Lo que anunciamos es una sabiduría de Dios, misteriosa y secreta, que él preparó para nuestra gloria antes que existiera el mundo; 8 aquella que ninguno de los dominadores de este mundo alcanzó a conocer, porque si la hubieran conocido no habrían crucificado al Señor de la gloria. 9 Nosotros anunciamos, como dice la Escritura, lo que nadie vio ni oyó y ni siquiera pudo pensar, aquello que Dios preparó para los que lo aman.» 
A San Pablo lo podemos reconocer como Apolonio de Tiana por diversos escritos históricos. Él ya los conoce y los menciona. También hay que recalcar de este texto de Corintios que San Pablo, Apolonio, remarca que enseña que él enseña una sabiduría misteriosa y secreta con lo que ya da a entender que predica una doctrina esotérica. Es decir, sólo aquellos iniciados aventajados comprenderán realmente el alcance de sus palabras. 
Los Arcontes en el Gnosticismo 
Los Arcontes en el Gnosticismo los vemos reflejados en los Escritos de Nag Hammadi. Concretamente en el capítulo titulado La Hipóstasis de los Arcontes es donde podemos encontrar a estos seres o genios. Hay que hacer notar que estos escritos gnósticos fueron encontrados en 1945 y hasta la fecha no se tenía ningún conocimiento de estos seres. Los escritos fueron enterrados por algún gnóstico que se sintió perseguido salvando los escritos enterrándolos. Hay que hacer notar que la Iglesia Católica persiguió con dureza todas las enseñanzas que considerara contrarias a su doctrina y los gnósticos fueron uno de los colectivos más perseguidos de la época. 
En todo caso los arcontes en el gnosticismo serían servidores del demiurgo de este mundo. Servidores de la luz, Lucifer, creador de la materia y padre de la mentira. Lucharían contra el Incognoscible o espíritu original. Combaten en la lucha esencial entre la materia y el espíritu, entre el mundo de lo creado y lo increado. La materia sería la caída desde el mundo del espíritu y el demiurgo buscaría atrapar a todos los seres espirituales en su ilusión material, en su propia caída.
¿Son los Arcontes Ángeles Caídos? 
Los Arcontes son, de alguna forma, ángeles caídos. En el catolicismo se les ha identificado siempre como demonios. Son seres pertenecientes al Reino del Mal. En la novela El Arconte vemos palpable la lucha que existe entre estos dos reinos. Existe un reino de las tinieblas que intenta apoderarse del mundo de lo increado, del mundo del espíritu, para someterlo al mundo de lo creado. Estas palabras y esta explicación es una respuesta filosófica sobre algo que no conocemos con exactitud. Pero estas palabras se concretan en situaciones y hechos reales, en personajes que interactúan para someter la conciencia humana. Los arcontes son anteriores al ser humano y por lo tanto podemos definirlos como una inteligencia extraterrestre. Ellos llegaron de otros planetas y se instalaron en el planeta tierra. Crearon al hombre al que dominan en todos los planos, en el plano terrenal y también en el plano espiritual e intelectual. Sobre la Tierra crearon un espeso manto magnético para encerrar nuestra almas y nuestras conciencias y desde entonces se alimentan de nosotros. Podemos conocerlos por ángeles caídos o demonios, también por dioses con los que les gusta identificarse. Ellos son los creadores de la religiones que someten la conciencia del hombre, de las tradiciones, de la música, la moda y todo lo que hace que el hombre se convierta en un ser vulnerable a sus deseos. Ellos nos crearon, nos moldearon, encerraron nuestros espíritus libres e inmortales en cuerpos físicos que ellos dominan.
Los Arcontes y la Mitología 
A veces a los arcontes se les ha confundido con seres mitológicos. Historias mitológicas, leyendas y cuentos han alimentado esta figura. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Muchos dioses de la antigüedad pudieron estar basados en figuras arcónticas que pedían sacrificios humanos a los diferentes dioses. En las guerras cada pueblo reclamaba la ayuda de su dios  o arconte protector y se realizaban sacrificios antes de la batalla. Eran los mismos arcontes lo que hacían que los diferentes pueblos lucharan y mataran entre sí en nombre de su dios para así conseguir su comida y, sobre todo, impedir el avance de la conciencia del ser humano. Tenerlo siempre sometido mediante conflictos y guerras es una de sus labores principales.  
Arcontes y Demiurgos 
Los Arcontes son demiurgos. Son creadores de una realidad paralela a la que tienen sometida a los seres humanos. ¿Cómo lo hacen? Creando una realidad holográfica en donde el espíritu queda atrapado. Es como un juego de ordenador, pero los muñequitos que vemos a través de la pantalla somos nosotros. Tratan a los seres humanos como su comida, su granja particular. Viven parasitando sus pensamientos y absorviendo su energía vital, alimentándose de ella. Los arcontes serían servidores del demiurgo, padre de la materia y de este mundo.
Los arcontes tienen sometido al ser humano a un mundo irreal, de ciencia ficción, no desea que despierte ya que supondría que su conciencia avanzaría hacia otra realidad y se escaparía su principal alimento. La batalla de los arcontes con la humanidad es una batalla por la conciencia humana, es la batalla esencial entre el Reino del Bien y el Reino del Mal. Esto lo hacen a través de sus servidores humanos que se prestan a ofrecerles su alimento a cambio de poder terrenal. La masonería y organizaciones ocultistas son sus principales servidores. Gobernantes y los poseedores de las grandes fortunas de este mundo estarían al servicio de los arcontes. Todas las organizaciones supranacionales dirigidas y organizadas por estos gobernantes corrompidos estarían al servicio del poder de los arcontes para que los seres humanos nunca despierten a la realidad.
Los Arcontes y la Religión
Los arcontes son los creadores de las religiones. Lo más poderoso es la conciencia. Si los arcontes manejan la conciencia del ser humano no hace falta la fuerza para someterlos. A través del sometimiento de la conciencia hacen arrodillarse al ser humano. Lo hacen sentir culpable y pecador a través de las distintas religiones.
En este contexto la Iglesia Católica ocuparía un lugar destacado en el juego. El Papa no sería más que el sucesor del César y los diferentes reyes y clase noble de los diferentes países europeos son los antiguos patricios que se repartieron el antiguo Imperio Romano. Roma sigue gobernando los países europeos; pero su poder no viene de las armas y sus legiones sino del dominio de la conciencia a través de la religión. Fueron los patricios los que redactaron, aprobaron y escribieron los textos evangélicos. El Papa y los nobles se comunican internamente a través de las sociedades ocultas y la masonería y desde ahí trazan los destinos de la humanidad. Sirven a los arcontes proporcionándoles su alimento para que, de esta forma, nunca caiga el velo de ignorancia de la humanidad y puedan seguir siendo los dueños de la granja.
El Islam también ha jugado un papel destacado en el juego de los arcontes. Los judíos, el pueblo elegido por los textos sagrados, han sido los principales promotores del Islam. Los judíos manejan la Kábala y el mundo esotérico de los arcontes. A través del Islam los judíos pretenden dominar al resto del mundo forzando su expansión. Una humanidad arrodillada es una humanidad controlada. El cristianismo ha llegado a significar una amenaza para los judíos, un experimento que desea ser borrado porque en estos últimos tiempos puede perjudicarles. El Islam alimenta a los arcontes a través de la Yihad o Guerra Santa que no es otra cosa que ofrecer sacrificios humanos a los demonios controladores.
Según la novela El Arconte la misma postura que adoptan los musulmanes al orar es una postura sexual de sumisión. Esta postura entra en su psique convirtiéndolos en sumisos y fáciles de manejar y controlar. También fueron los judíos y los arcontes los que intentaron exterminar a los españoles a través de la invasión musulmana de la península en el año 714 d.c. Los musulmanes adoran sin saberlo a satanás, a Lucifer creador del mundo material y ángel caído al igual que cristianos y judíos.
Los Arcontes y las Ideologías
Los arcontes son también inspiradores de diferentes ideologías entre ellas el marxismo. Una humanidad que no lucha, gente que desde que nace es alimentada y sustentada por el estado sería la sociedad perfecta, la gran granja humana perfecta. Animales que son engordados por el estado, alimento que no se ganan sino que se les proporciona gratuitamente. De esta forma el ser humano no tiene que preocuparse por nada, no debe de luchar ni buscar mayores explicaciones a su existencia, el espíritu de lucha queda anulado y su conciencia sometida. Con el marxismo el ser humano se convertiría en el animal de granja perfecto. Es por ello de la simpatía que las organizaciones marxistas sienten por el islam, son ideologías que se complementan, aunque a priori parezcan radicalmente contrarias; pero se complementan en su servicio al Reino del Mal y esclavitud de la humanidad. El capitalismo salvaje y sin ley, hoy llamado neoliberalismo, sería otra forma arcóntica de dominación de la humanidad. Los arcontes crean diferentes bandos aparentemente contrarios; pero que se complementan y los seres humanos luchan por caminos que irremediablemente les llevarán a la esclavitud. Los dos lados del tablero están manejados por los arcontes y los dos bandos, el blanco y el negro están creados y manejados y controlados por ellos. El ser humano en su ignorancia apoya unos al blanco y otros al negro y los dos les llevan al infierno y a ser alimento arcóntico.
¿Cómo Luchar, Defenderse o Liberarse de los Arcontes?
Para liberarse de los arcontes y derrotarlos lo único que existe es la oración y la fe. Vivimos en un combate permanente entre el Reino del Bien y el Reino del Mal, no existen zonas neutrales y el combate es a muerte. Cada uno tiene que decir en qué bando está y actuar en consecuencia. Como decía Jesús en el Evangelio: «el que no está conmigo está contra mí». Es decir, sólo existen dos posiciones con todas las consecuencias. Derrotar a los arcontes es apostar por el bien con todas sus consecuencias.
Conclusiones
Los arcontes crean una realidad paralela en donde encarcelan a los espíritus, nosotros y se alimentan de ellos. ¿Cómo podríamos entenderlo? Imagina que estás frente a un juego de ordenador, esa pantalla está creando una realidad holográfica, las formas podemos decir que son la materia, lo que estamos creados. Mediante su tecnología, el engaño y la caída que sufrió el mundo de lo increado los arcontes tienen además la capacidad de capturar a las almas e introducirlas en esa realidad holográfica en donde se juega constantemente a matar en un juego sin fin del que ellos se nutren. Imaginaos por un momento que los muñecos de cualquier juego de computadora adquieren alma, vida, pensamiento, esos somos nosotros y los que están detrás de la pantalla del ordenador manejando el teclado y el ratón son los arcontes. Ellos fabricaron la religión, ellos se comunican con quienes quieren para seguir controlando el juego y alimentándose de nosotros y ellos son los que fabricaron el engaño de este mundo. Nosotros, nuestros espíritus, anhelan el mundo perdido, el mundo de lo increado, del espíritu, el mundo al fin y al cabo real.
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