Cuando un biker decide entregar sus colores sin guardar luto
En el mundo biker existen diferentes formas de vivir la hermandad. Algunos se identifican con MC (Moto Club), otros con MG (Moto Grupo) y otros simplemente con Teams, donde cada grupo tiene sus propios códigos, reglas y tradiciones.
Uno de los temas más sensibles dentro de la cultura biker es el momento en que un hermano de ruta decide dejar el club o team al que pertenece. En los MC tradicionales, suele existir la figura del luto: un periodo de tiempo en el que el exmiembro no puede portar parches de otros clubes ni rodar con colores diferentes, como una muestra de respeto a la hermandad que deja atrás.
Sin embargo, cuando hablamos de Teams, la dinámica suele ser distinta. La mayoría de estos grupos funcionan más como una comunidad de amigos unidos por la pasión por las motos y el turismo, sin la rigidez jerárquica ni los protocolos de los MC. Por eso, un biker que decide retirarse de manera voluntaria suele entregar sus colores sin la necesidad de guardar luto.
¿Qué significa esto?
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Entregar los colores: devolver el chaleco o el parche con el que se identificaba al team. Es un acto de respeto hacia el grupo, reconociendo que fue parte de él pero que ya no continúa.
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No guardar luto: al no tratarse de un MC con estatutos estrictos, el biker queda libre para seguir rodando por su cuenta, unirse a otro team, club o simplemente continuar su camino como free biker.
Motivos comunes para dar de baja voluntaria
Cada caso es personal, pero algunos motivos frecuentes son:
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Cambios en la vida personal o familiar.
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Falta de tiempo para rodar o participar en las actividades del grupo.
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Diferencias de visión o estilo con el resto del team.
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El deseo de experimentar la libertad de rodar sin compromisos.
Lo importante: el respeto
Más allá de la decisión, lo fundamental es que el proceso se haga con respeto y honestidad. Un biker que entrega sus colores de frente, sin esconderse, demuestra integridad y agradecimiento por el tiempo compartido. Y el team, por su parte, debe reconocer la huella que ese hermano dejó en la carretera.
Al final, la esencia biker siempre será la misma: la pasión por la moto, la ruta y la hermandad. Los colores pueden cambiar, pero los recuerdos de cada rodada quedarán tatuados en la memoria.
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