EEUU investiga de manera oficial un metal extraterrestre: "No es creación humana"
EEUU investiga de manera oficial un metal
extraterrestre: "No es creación humana"
El Ejército
norteamericano ha llegado a un acuerdo con una organización experta en temas
ufológicos para estudiar una serie de materiales que tiene en su poder
Estos materiales podrían haber salido de la famosa Área 51. (Reuters) |
¿Se imaginan que el Gobierno de
una gran potencia anunciara públicamente que va a dedicar parte de su tiempo y
de sus recursos para investigar si tenemos tecnología extraterrestre
en la Tierra? Pues ya no hace falta soñarlo, pues Estados Unidos acaba
de anunciar de manera oficial que va a ponerse manos a la obra para tratar de
dilucidar si tenemos en nuestro planeta materiales de otras civilizaciones que
no están catalogados como tal. Casi nada.
Hace solo
unos días, el Ejército de Estados Unidos
hacía público un documento en el que confirmaba un acuerdo
de colaboración con una asociación llamada Academia de Artes y Ciencias Hacia
las Estrellas (TTSA, por sus siglas en inglés), una corporación sin ánimo de
lucro dedicada a la investigación del fenómeno ovni, pero desde un punto de vista científico.
Y aseguran tener en su poder una serie de elementos imposibles de replicar en
nuestro planeta.
TTSA fue fundada en 2017 por Tom
DeLonge, más conocido por ser el cantante y guitarrista de la
banda de rock Blink 182. Pero no se trata de una organización de simples
aficionados, sino que cuenta con personas de importante nivel cultural e
intelectual, como científicos de todo tipo, extrabajadores de
la CIA,
exoficiales del ejército encargados de analizar sus expedientes X o, incluso,
expertos en investigación tecnológica de Lockheed Martin. Un buen plantel.
En primer
lugar, esta organización asegura haber logrado una serie de tecnologías muy
avanzadas que podrían tener alguna aplicación a corto
plazo. Se trata de técnicas relacionadas con la propulsión por energía
proyectada, tecnología antigravitacional, comunicaciones cuánticas o
metamateriales, entre muchas otras. Pero la TTSA asegura tener en su poder una
serie de evidencias físicas a las que sus
expertos no han sido capaces de dar una explicación.
Son siete extrañas 'piedras
metálicas', compuestas por una aleación de zinc, magnesio y bismuto,
además de otra que también incluye aluminio. Su procedencia es, cuanto menos,
rocambolesca: a día de hoy, son propiedad de Tom DeLonge, a quien se las
entregó Linda Moulton Howe, una reputada periodista del mundo del
misterio. Y, a su vez, a ella se las entregó otro periodista, Art Bell,
quien se las compró a un hombre cuyo abuelo estuvo implicado en el caso
Rosswell, según explica 'Gizmodo'.
Características únicas
Así, siete extrañas piedras que un militar encontró en
aquel extraño incidente en el desierto de Nuevo México —y que ocultó a sus
superiores o, en el peor de los casos, robó sin su consentimiento— serán
analizadas por el Ejército norteamericano. La gran curiosidad es que estos
materiales no
se han vuelto a encontrar en la Tierra, no son una creación humana y poseen
una serie de características que son únicas en nuestro planeta.
En concreto, tienen una resistencia
térmica muy por encima de los materiales conocidos de la
Tierra y, además, muestran propiedades antigravitacionales cuando
son expuestas a una determinada frecuencia de radiación electromagnética.
"Su estructura y composición no provienen de ninguna aplicación militar o
comercial existente. En algunos casos, la tecnología de
fabricación requerida solo está ahora disponible,
pero son metales descubierto en la década de los cuarenta", explican.
Ahora, el
Ejército norteamericano podrá acceder a estos misteriosos minerales nunca antes
vistos en nuestro planeta y a la tecnología de vanguardia que la TTSA dice
tener en su poder. Y, lo más importante, se llevarán a cabo las pertinentes investigaciones
sin haber un acuerdo económico de por medio, es decir,
completamente gratis. Será en los próximos meses cuando sepamos si era algo
extraordinario o si, por el contrario, todo era una simple 'magufada'.