El increible legado de Angeles del Infierno
Ángeles del Infierno
Grupo español de rock duro formado en San Sebastián en la década de los ochenta e integrado por Juan Gallardo (voz), Roberto Álvarez (guitarra), Manu García (guitarra), Santi Rubio (bajo) e Iñaki Munita (batería). Herederos del rock urbano de grupos madrileños como Barón Rojo u Obús, la banda puso al día los planteamientos de sus antecesores con una técnica más metálica e internacional dentro del lenguaje del heavy predominante en los ochenta. Escogieron el negro como color de vestimenta y se situaron en la órbita de Motorhead y Judas Priest. Ha sido el único grupo heavy español que ha producido toda su obra en una compañía multinacional.
Grupo español de rock duro formado en San Sebastián en la década de los ochenta e integrado por Juan Gallardo (voz), Roberto Álvarez (guitarra), Manu García (guitarra), Santi Rubio (bajo) e Iñaki Munita (batería). Herederos del rock urbano de grupos madrileños como Barón Rojo u Obús, la banda puso al día los planteamientos de sus antecesores con una técnica más metálica e internacional dentro del lenguaje del heavy predominante en los ochenta. Escogieron el negro como color de vestimenta y se situaron en la órbita de Motorhead y Judas Priest. Ha sido el único grupo heavy español que ha producido toda su obra en una compañía multinacional.
Angeles del Infierno |
Ángeles del Infierno
Los Ángeles del Infierno surgieron a finales de los años
setenta, cuando Roberto Álvarez, el guitarrista, y Santi Rubio, el bajista,
proyectaban formar un grupo. Tras contactar con los otros tres componentes,
comenzaron a actuar de forma inmediata: sin tener disco en la calle, en 1982
fueron teloneros de Saxon y Motorhead en un concierto en San Sebastián. Su
actuación fue muy aplaudida y, en el verano de 1983, ganaron el festival
Mazarrok, lo que les permitió alcanzar gran renombre entre los seguidores del heavy.
Fruto de este reconocimiento fue el contrato con la
multinacional WEA, con la que en 1984 lanzaron Pacto con el diablo, su primer
elepé, que contó con la supervisión de Brad Davis, Mark Dobson y Dennins
Herman. Este álbum de debut, en un estilo muy similar al de Judas Priest,
incluía canciones como "Rocker" o "Maldito sea tu nombre",
que enseguida gozaron de gran popularidad.
Su segundo disco, Diabólicca, llegó en 1985 y los confirmó
como los claros sucesores de la escuela de rock urbano de los setenta; el nuevo
disco contenía dos grandes canciones: "Fuera de la ley" y "Con
las botas puestas". En 1985 se trasladaron a Madrid en busca de mayores
posibilidades; allí editaron el minielepé Instinto animal, con cuatro canciones
(una de ellas fue su primera balada) que anticipaban formas más sofisticadas.
Los cuatro temas se recogieron en su siguiente disco, Joven para morir, que no
funcionó tan bien como se esperaba.
En 1887 abandonó el grupo Iñaki Munita, el batería, y fue
sustituido por José Sánchez, procedente del grupo Bella Bestia. La compañía
aprovechó para editar un álbum de Grandes Éxitos y colocarlo también en México,
donde Ángeles del Infierno gozaban de gran aceptación. Su siguiente disco fue
666, producido por Mark Dearnley y editado en 1988. Bastante alejado de sus
planteamientos iniciales, el álbum se orientaba a la búsqueda de un público más
amplio.
En 1990 formaron parte de la gira organizada por la revista
Metal Hammer junto a Sangre Azul y Manzano. De nuevo se produjo un cambio de
batería: se fue José Sánchez y llegó Cozy, antes en el grupo Hamlet. Tras una
multitudinaria gira por México, Manu abandonó el grupo y fue sustituido por el teclista
Guillermo Pascual, antiguo componente de Júpiter. Posteriormente hicieron
nuevas giras en México y actuaron también en algunas zonas del sur de
California. Su quinto álbum, para cuya grabación se incorporó a otro nuevo
batería, Tony Montalvo, se tituló A cara o cruz (1993) y fue recibido con
cierta frialdad por sus seguidores.